me tiró una puñalada que por suerte la esquivé
y cuando estaba por matarlo,
lo miré fijo a los ojos color miel que se derriten
como el campo en primavera con los pájaros cantando,
¡lo miré y me enamoré!
y cuando estaba por matarlo,
lo miré fijo a los ojos color miel que se derriten
como el campo en primavera con los pájaros cantando,
¡lo miré y me enamoré!